Textos folclóricos

¡Hola a todos!

Para esta nueva entrada os voy a hablar sobre los textos folclóricos y mi elección para esta nueva actividad.

Los textos folclóricos son textos de tradición cultural, se caracterizan por el anonimato. Su origen nace del “boca a boca” es decir, de las múltiples personas que lo han narrado a lo largo de los siglos.

Como bien dice nuestra teoría, “la historia de la humanidad se ha construido, en parte, gracias a la transmisión oral que con el tiempo pasa a formar parte de la historia escrita”. Esto nos transmite y me hace pensar en la historia de los pueblos, las sociedades, sus vivencias y tradiciones…

Por ello, los cuentos folclóricos comenzaron siendo orales y fueron pasando poco a poco a lo largo del tiempo hasta convertirse en adaptaciones de grandes autores como, por ejemplo: Los hermanos Grimm, Charles Perrault, Hans Christian Andersen…

Sería un error considerar los cuentos folclóricos como literatura infantil para niños originalmente, sino más bien sería literatura “de grupo” o “de familia”.

Estas historias eran transmitidas de pueblo en pueblo por lo que una misma historia podía ser relatada de infinidad de formas, ya que cada uno podía adoptar su visión de la historia aportando incluso su propia esencia personal.

Folclore en el aula:

La sociedad poco a poco fue desterrando a un público infantil estos textos populares y sencillos (considerados como literatura menor) de tal forma que adoptaron la mala denominación que conocemos como “textos infantiles”.

Al final el incorporar la literatura oral tradicional en las aulas, creo que enriquece y hace que los niños puedan revivir esas historias que han estado durante generaciones y generaciones. Como si se tratase de una herencia por así decirlo o según Jung “nuestro nacimiento se produce en el seno de un inconsciente colectivo, creador de imágenes hereditarias” por tanto, no podemos ser nosotros quienes neguemos la oportunidad a los niños de aprenderlo.

Algo que me apunto como regla imprescindible para el maestro como dicen los apuntes “los textos folclóricos son para contar y cantar; los textos de autor, para leer” Con esta frase podremos recordar fácilmente para no confundirnos a la hora de clasificar los cuentos.

Podemos encontrar tipos de textos folclóricos:

-       Verso: son para cantar, recitar y jugar.

-       Prosa: mitos, leyendas, fábulas y cuentos.

El cuento folclórico lo podemos definir como un relato breve de asunto ficticio y de carácter lúdico que surge de la tradición oral.

Toda esta información junto a la que se nos proporciona en nuestros apuntes me hace pensar que en nuestro papel como maestros tenemos que comprender y confiar en la inteligencia infantil, es decir, aunque los niños puedan parecer muy pequeños para comprender ciertas cosas, siempre debemos darles ese punto de confianza, esa oportunidad de ver que son perfectamente capaces de encontrar significados simbólicos. No debemos explicarles o darles una respuesta concreta de los cuentos, sino que tenemos que dejarles que ellos decidan y sientan sus propias experiencias.

 

Después de esta introducción que nos hace sumergirnos en los textos folclóricos y su utilidad en el aula, he decidido elegir el siguiente:

“La gallina de los huevos de oro” de Hans Christian Andersen

 


 

En primer lugar, y para conocer un poco más a este autor, decir que fue un escritor y poeta danés famoso por sus cuentos para niños. Algunos cuentos infantiles fueron inspirados por cuentos y leyendas nórdicas, pero en su mayoría inventados por él y caracterizados por una gran imaginación, humor y sensibilidad.

 


Érase un labrador tan pobre, tan pobre, que ni siquiera poseía una vaca. Era el más pobre de la aldea. Y resulta que un día, trabajando en el campo y lamentándose de su suerte, apareció un enanito que le dijo:
-Buen hombre, he oído tus lamentaciones y voy a hacer que tu fortuna cambie. Toma esta gallina; es tan maravillosa que todos los días pone un huevo de oro.
El enanito desapareció sin más ni más y el labrador llevó la gallina a su corral. Al día siguiente, ¡oh sorpresa!, encontró un huevo de oro. Lo puso en una cestita y se fue con ella a la ciudad, donde vendió el huevo por un alto precio.


 

 

 

 

Al día siguiente, loco de alegría, encontró otro huevo de oro. ¡Por fin la fortuna había entrado a su casa! Todos los días tenía un nuevo huevo.

Fue así que poco a poco, con el producto de la venta de los huevos, fue convirtiéndose en el hombre más rico de la comarca. Sin embargo, una insensata avaricia hizo presa su corazón y pensó:

"¿Por qué esperar a que cada día la gallina ponga un huevo? Mejor la mato y descubriré la mina de oro que lleva dentro".

Y así lo hizo, pero en el interior de la gallina no encontró ninguna mina. A causa de la avaricia tan desmedida que tuvo, este tonto aldeano malogró la fortuna que tenía.

 

 

  

 

Justificación de la elección del cuento

Mi elección hacía este cuento de entre la gran variedad que he podido encontrar se debe a que, además de por su brevedad lo que hace que los niños no pierdan el interés por su extensión, tras leerlo, creo que se pueden encontrar varios conceptos que me parecen muy interesantes. Estos conceptos mencionados son la pobreza frente a la riqueza y la avaricia.

Cuando los niños escuchan este cuento puede generar en ellos una reflexión, pueden pensar en cómo actúa el protagonista del cuento, o incluso pueden llegar a sentirse identificados con el propio personaje, lo que les hace pensar en lo que no deberían hacer si no quieren perderlo todo. 

Ellos mismos con sus propias experiencias y sin que nadie tenga que decírselo, pueden darse cuenta de que muchas veces debemos conformarnos con lo que tenemos y no ser avariciosos, porque como bien dice el refrán “la avaricia rompe el saco” y es mucho peor tener algo que no tener absolutamente nada.

Este cuento me parecería adecuado para niños de entre 4 y 5 años que son un poco más mayores para entender ciertos conceptos, aunque es cierto que aun con esa edad no comprenden con fluidez lo que puede ser la avaricia, pero sí que saben relacionar cuando se hace una cosa puede ocurrir lo siguiente, lo que les puede llegar a entender de esa forma, lo que el cuento quiere transmitir.

Uso en el aula

Este cuento es muy breve, algo que me gusta y me hizo escogerlo, pero, aunque es sencillo para ellos, sí que podría modificar algunas expresiones a la hora de contarlo para que puedan comprender mejor los niños a los que vaya dirigido.

Por ejemplo: 

-    Érase un labrador tan pobre, tan pobre, que ni siquiera poseía una vaca: lo cambiaría por… Érase una vez un labrador tan pobre, tan pobre, tan pobre que ni siquiera podía tener una vaca.
-    Y resulta que un día, trabajando en el campo y lamentándose de su suerte…: Y resulta que un buen día, trabajando en el campo y quejándose de su mala suerte…
-    He oído tus lamentaciones y voy a hacer que tu fortuna cambie: he oído sus quejas y por eso voy a hacer que tu suerte cambie.
-    Vendió el huevo por un alto precio: vendió el huevo por mucho dinero.
-    Fue convirtiéndose en el hombre más rico de la comarca: fue convirtiéndose en el hombre más rico del pueblo.
-    Una insensata avaricia hizo presa su corazón y pensó: la avaricia (egoísmo) le hizo mal en su corazón.
-    A causa de la avaricia tan desmedida que tuvo, este tonto aldeano malogró la fortuna que tenía: por culpa de su avaricia (egoísmo), consiguió perderlo todo.
 

Otra aspecto que cambiaría y como posible idea sería el desenlace del cuento, me refiero a cuando dice que mata a la gallina para ver que tiene dentro. Me parece más adecuado, por ejemplo, que el aldeano vaya a buscar al enanito y le suplique que le regale otra gallina para así poder tener más y más riqueza. Al enanito no le parece bien tanto egoísmo y no quiere darle más gallinas que pongan huevos de oro por lo que decidió dársela a otra persona que no sea tan egoísta.

Creo que el mejor momento para contar este cuento sería en situaciones dónde los niños estén más revolucionados, por ejemplo, cuando vuelven del patio. Al final a todos los niños les suelen encantar que les cuentes cuentos, y es una actividad que les va a hacer calmarse y estar atentos.

Otro momento idóneo también puede ser cuando se de una situación en el colegio que pueda reflejar este relato, es decir, que puedan sentirse identificados con ello, por lo que les puede hacer reflexionar sobre su manera de comportarse.


Simbología

-       La avaricia nunca debe estar a nuestro lado.

-       Debemos apreciar lo que tenemos.

-       “La avaricia rompe el saco”

Cuentofórum

No debemos tratar que el niño entienda lo que el adulto, sino que debemos dejar que ellos mismos y dependiendo de su momento evolutivo, puedan llegar a relacionarlo con sus propias experiencias de su vida cotidiana. Para ello podemos lanzar las siguientes cuestiones:

-       Las que ponen a los niños en las diferentes situaciones por las que pasan los personajes: ¿Qué haríais si el enanito os diese la gallina con los huevos de oro?

-       Las que juzgan sus acciones: ¿qué os parece cuando el labrador decide matar al animal? o en el final escogido propio ¿qué os parece cuando decide enfadarse con el enanito y pedir más gallinas? ¿creéis que es mejor tener un huevo diario a no tener nada?

 

Después de trabajar estas cuestiones podemos lanzar ideas, valores (siempre en plural) para poder extraer de la historia hacia nuestra vida real. También una buena idea sería añadir algunos conceptos relacionados con el tema para que vayan conociendo la literatura folclórica.

Por otro lado, debemos intentar extraer qué ideas o aprendizajes se pueden aprender de este cuento en nuestra vida cotidiana. Obviamente la que ellos puedan extraer, nunca la que nosotros creemos, no debemos condicionarles.

 

Conclusión

Para finalizar, creo que esta actividad me ha ayudado mucho para ver y aprender sobre la gran riqueza que existe a la hora de elegir un cuento tanto para una edad adecuada como para un momento específico. Al principio yo pensaba que contar un cuento era eso, tal vez elegido por su aspecto, porque alguien te lo ha recomendado, porque te gusta su historia… entre otros muchos motivos, pero, con esta asignatura estoy aprendiendo a ver más allá, a entender que no es contar un cuento sin más, sino que hay un estudio detrás, unas características y un mundo que cuanto más investiguemos y estudiemos, mejor sabremos luego aplicar y adaptar en nuestras aulas con nuestros alumnos.

Por ello y por supuesto, todos los cuentos que vaya seleccionando con estas actividades, me encantaría poder utilizarlas en un futuro porque creo que son realmente beneficiosas. Utilizar estos textos creo que van a enriquecer la educación de los niños y si además les despertamos interés por la literatura infantil mejor que mejor, ya que cada vez se está perdiendo más el contacto con los libros por culpa de las tecnologías.

 

 

 

REFERENCIAS

Bettelheim, B. (1977). Psicoanálisis de los cuentos de hadas. (Trad. S. Furió). Nueva York (The uses of enchantment, The meaning and importance of fairy tales, 1975-1976)

García, J. (1997). www.rinconcastellano.com.

Labajo, I. (2021). Módulo docente Literatura Infantil.Universidad de La Salle, Madrid.

Labajo, I. (2021). Guía de trabajo. Literatura infantil. CSEU La Salle, Madrid.

Ruiza, M., Fernández, T. y Tamaro, E. (2004). Biografia de Hans Christian Andersen. En Biografías y Vidas. La enciclopedia biográfica en línea. Barcelona (España). Recuperado de https://www.biografiasyvidas.com/biografia/a/andersen.htm el 15 de marzo de 2021.

 

 


 

 

Comentarios

  1. ¡Hola Andrea!
    Que gusto me da poder leerte, muchas gracias por tu gran aportación en esta entrada.
    En primer lugar, me gustaría felicitarte por tu gran trabajo que nos compartes, la verdad que me ha parecido que está bastante completo y con las ideas muy claras sobre el tema en el que nos teníamos que centrar.
    Con respecto al comentario, me gustaría decirte que estoy muy de acuerdo con lo que nos cuentas sobre la importancia que le das a estos textos usarlos en el aula. Creo que es una buena manera de que los niños puedan seguir disfrutando de las historias tradicionales como se hacía en la antigüedad y que, por desgracia, con el paso del tiempo esta tradición se ha ido perdiendo poco a poco.
    También decirte que, la aportación que has dado sobre el punto de vista del adulto me ha gustado mucho. Me quedo con la frase que dices “tenemos que comprender y confiar en la inteligencia infantil”. Esta frase me hace pensar en muchas ocasiones que como adultos creemos que tenemos el mayor poder para hacer y decir sobre los niños y, eso hace que les quitemos su identidad como personas que son, aunque les veamos y les consideremos pequeños.
    Por otro lado, con respecto al cuento que nos compartes, he de decir que la historia la conocía y me resulta muy bonita e interesante de tratar con los niños (como bien dices tú). Estoy totalmente de acuerdo con la edad a la que haces referencia porque pienso que los niños en esa etapa son muy “egoístas” con lo suyo y a veces, esta situación puede llevar al fracaso en otros aspectos si no se trabajan adecuadamente desde edades tempranas.
    El modificar el vocabulario en relación con las edades en las que nos estemos centrando me resulta también (al igual que a ti) un aspecto muy interesante para tratar en un futuro como profesionales. Tenemos que ser conscientes en todo momento que lo que se les está contando, lo están entendiendo adecuadamente.
    Quizá algo que añadiría a tu comentario (como idea que te puede servir si te parece bien) sería hacer referencia al papel que desempeña cada personaje e incluso poder detallar más la estructura que tiene la historia. Por ejemplo, creo que se vería muy bien reflejado si explicas cual es el planteamiento, nudo y desenlace de la historia de la que estás tratando (y qué es lo que ocurre en cada parte) para así, darnos cuenta como si tienes algo y le das mal uso, al final puedes llegar a perderlo todo (esta es la idea que has reflejado muy bien a lo largo de tu comentario).
    Y por último, con relación a las cuestiones que has lanzado, me gustan mucho tus ideas porque me parecen muy acertadas para que los niños puedan reflexionar sobre ellos mismos y sobre los demás y así, hacer que la convivencia sea la adecuada en su futuro.
    Muchas gracias por tu gran trabajo, felicidades una vez más.
    Un saludo.

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